La patata pertenece a la familia de las solanáceas. La patata es una planta de clima templado-frío, siendo las temperaturas más favorables para su cultivo las que están en torno a 13 y 18ºC. La elevada demanda de agua del cultivo de patata, precisa de un riego adecuado, cobrando la elección del sistema de riego una importancia vital. Generalmente el sistema más extendido de riego en patata es el riego mediante aspersión con sistemas de riego móviles Los aspersores de baja presión son los más recomendados ya que su gasto y potencia de bombeo son mínimos.
La aspersión en patata, asemeja las condiciones de aplicación a la misma lluvia natural. Un sistema de riego por aspersión en patata presenta además múltiples ventajas como: la limpieza mediante el riego de la superficie de las hojas mejorando la eficiencia de las plantas de patata, el riego por aspersión en patata permite tanto luchar contra las heladas como reducir la temperatura de las plantas de patata, luchar contra las plagas simplemente con la aplicación del riego, e incluso añadiendo al agua para el riego mediante aspersión desde plaguicidas hasta abonos foliares.
El riego por aspersión en un cultivo de patata presenta múltiples ventajas frente al resto de sistemas como la durabilidad, fiabilidad, facilidad de mantenimiento, independencia de mano de obra especializada, facilidad de almacenaje, coste/ha del riego por aspersión, valor de venta residual,..etc frente al resto de sistemas de riego La patata es poco exigente en cuanto a las condiciones edáficas, es tolerante a la salinidad y soporta suelos ácidos (5.5-6), sólo le afectan los terrenos compactados y pedregosos al impedir desarrollarse libremente los tubérculos.